Jason Upton y el fantasma

Luego del Sobredosis Lead 2022, recuerdo ir con mi novia a casa de unos amigos casados a quedarnos para compartir, contarnos historias y reír hasta las 3 de la mañana. Recuerdo quedarme un rato con mi amiga hablando de todo, mientras que el esposo se iba a dormir a su pequeña hija. Una hora después regresó, y dijo lo siguiente:
—Pensé que ya se había ido a la habitación a dormir.
—No, todavía no—respondí sin dudarlo.
—Qué raro, juraría que vi una sombra que saludaba desde la habitación.

Aquella conversación se quedó conmigo hasta el momento de irme a dormir. Obvio, no iba a demostrar miedo ante lo que parecía una evidente broma para asustarme, pero ¿y que tal si no lo era? Recuerdo acostarme en el colchón que prepararon para mí, estuve despierto un rato, oré un rato más, y luego, ante la inquietud del comentario de mi amigo, le di play, y la lista de reproducción de Jason Upton en Spotify empezó a sonar. Ya saben, por si las moscas.

Y entonces, mientras el sueño me abrazaba, me transporte a otro tiempo, 10 años atrás, al teatro Astor Plaza, lugar en el que antes nos reuníamos como iglesia. Recuerdo ver a este caballero de pelo ralo, lentes, barba poco poblada, y sonrisa tímida, subir al escenario. Yo que venía de una tradición de cantantes cristianos en español, de la línea de Al taller del maestro, Todopoderoso, No me soltarás y más, nunca había visto a tal personaje antes. La expectativa a mi alrededor era alta, vi celulares listos apuntando a él y yo, en mi ignorancia, esperaba a que él se acomodará, mientras miraba el reloj, anhelando la hora del almuerzo.

Sus manos se posaron sobre las teclas del piano, exclamó unas palabras en inglés, en ese entonces mi conocimiento de aquella lengua apenas estaba creciendo, así que no recuerdo muy bien lo que dijo, y luego empezó a cantar. Antes de vivir lo que la pastora Magi llama inmersión, creo que en ese momento experimente una, pues nunca antes había vivido algo así.

Mientras los acordes avanzaban y las palabras en inglés salían de este hombre, sentí como un bálsamo se derramaba sobre mí, sentí como una paz inconfundible lavaba todas las angustias de ese entonces. Sentí como los brazos de Papá me rodeaban y consolaban, expresando un cariño indescriptible, un amor indescifrable.

Recuerdo que no fui el único, veía a las personas echas un mar de lágrimas, veía padres abrazando a sus hijos, sentía una luz que inundaba aquel auditorio oscuro, una mucho más fuerte y cálida que la proveniente de la tarima. In your presence quedaría tallada en mi cerebro desde entonces hasta el sol de hoy.

Y luego, una lección de humildad que nunca está de más. Al finalizar el servicio, vi como muchas personas se abalanzaban sobre el buen Jason para pedirle una fotografía o un autógrafo, después de todo, no hay que desaprovechar la visita internacional. Pero mientras que en el típico rockstar uno espera una suerte de poses y actitudes arrogantes, porque sí, eso existe aún en la iglesia de Cristo, y yo lo pensaba así de todos los que subían a tarima, Jason fue todo lo contrario. Sonreía amablemente, y aunque se veía un poco incómodo, igual aceptaba las solicitudes de manera gentil. Me contuve de unirme a la muchedumbre, pero recuerdo que mientras lo veía subir las escaleras en dirección a la salida, lo observe con atención, le sonreí y él me regreso la sonrisa, bueno, quiero creer que lo hizo, y me pregunte sí así era como se veía la mansedumbre.

Entonces, si aún no le conoces, te invito a que vengas al Pneumadelic Fest con tu corazón dispuesto para que experimentes el abrazo de Papá de una forma diferente. Y respecto a la historia con la que comencé este escrito, bueno, una razón más para que asistas al Fest, tal vez nos crucemos en el camino y te pueda contar como termina aquella historia de fantasmas, por ahora solo puedo decir, como dice la canción de Jason:

In your presence all fear is gone (en tu presencia, todo el temor se va).

Fernando es una escritor, cinéfilo y cristiano amateur. Hace parte de iglesia La Casa y del equipo creativo de Sobredosis. Le gusta el cine y la cocina, y siempre está en busca de Jesús en las películas y los sabores.