¿Por qué no se ha cumplido la palabra profética?

Todos hemos estado en ese momento; siempre llega de repente: te sientas frente a uno de tus cuadernos devocionales y ahí está el texto con la promesa, estás escuchando una predicación y quien habla menciona ese versículo, estás buscando una nota de voz que hiciste para ti y te encuentras con la grabación del salón profético; y entonces el alma arde por dentro con una pregunta que, cuando te la haces, duele: "¿Por qué no se ha cumplido?". Por ejemplo, Dios me dijo que yo iría llevando Su Nombre por las naciones y una de las banderas en mi corazón era la de Brasil.

La respuesta evasiva

Hay varios tipos de respuestas a esa pregunta. Está la evasiva: simplemente decides que no fue una promesa. Te dices a ti mismo que fue un error, que los del salón profético estaban equivocados, que tomaste ese versículo como una promesa durante tu oración por error, pero solo era un texto más de los que lees a diario. Pasaron tantos años, más de 15, desde que Dios me dijo eso, que yo lo hice. Ahora, tengo que ser sincero contigo: existe la posibilidad de que algo así haya sucedido. Es posible que solo quisieras algo y hubieras encontrado en alguna de estas situaciones la posibilidad de aferrarte a eso que simplemente siempre habías querido y, si fue así, solo te recomiendo que revises si es un deseo legítimo; si está conectado con tu propósito y con tu identidad; si ese es el caso, trabaja por eso que quieres. Si no, obviamente, déjalo atrás.
Pero también cabe la posibilidad de que estés dejando que un sueño al que Dios te invitó, se vaya. Tú sabes que hay cosas de las que Dios te habla y te habla, y no pasan. Tú sabes que hay cosas que son confirmadas una y otra vez, y no pasan. Tú sabes en tu espíritu que algo es verdad: lo confrontas con La Palabra, lo has hablado con tus hermanos en la fe, Dios te ha insistido en eso... Y si sabes que ha sido así, entonces tengo que pedirte que, aunque no parezca que fuera a realizarse, te aferres a esa Palabra e incluso aún, que trabajes por verla realizada.

La respuesta indiferente

También existe algo como una respuesta indiferente, que está muy asociada a la evasiva. Es algo así como decir: "Si Dios lo dijo, pues va a pasar". Y no. No todas las cosas que Dios quiso que pasaran, pasaron. ¿Te acuerdas de la historia de Sansón? "Pues he aquí que concebirás y darás a luz un hijo; y navaja no pasará sobre su cabeza, porque el niño será nazareo a Dios desde su nacimiento, y él comenzará a salvar a Israel de mano de los filisteos." (Jc. 13:5 RVR60). ¿Qué pasó con ese niño? Que cuando creció y pudo tomar sus decisiones, se dedicó a buscar placer en mujeres, que no hizo nada de lo relacionado con su promesa, que incluso ignoró las indicaciones que le habían sido dadas en la promesa, incluso cuando era muy evidente (en su cuerpo) que Dios lo iba a hacer. Puedo entenderlo, Dios hasta me dejó grabar una canción en portugués. ¿Cuántos sueños de Dios están esperando a que tomemos las decisiones correctas? Ojalá esto fuera un asunto tuyo, pero la verdad es que hay gente que está esperando que tu promesa se cumpla.

La paciencia activa

La paciencia activa es esperar haciendo. "Tanto el que ara como el que trilla deben hacerlo con la esperanza de recibir su parte de la cosecha" dice 1Cor. 9:10. Vas a recibir tu parte, pero tienes que moverte. Mucho tiempo antes de entrar a la iglesia La Casa, tuve la impresión de que viajaría a Brasil para hablar de Jesús. Entonces, empecé a estudiar portugués, eso tiene todo el sentido lógico. Pero los años empezaron a pasar y pasar, y pasar... Y la promesa no venía. Entonces dejé de estudiar portugués, dejé de orar por Brasil, me dediqué a pensar en cosas diferentes y tengo la sensación, luego de haber vuelto de estar en Brasil hablando de mi Señor, que lo único que hice fue dilatar la promesa. ¿Hace cuánto pude estar allá? 
Dios me hizo conocer a Sobredosis y mi interés de nuevo se despertó, pero no tenía el dinero para viajar, así que lo olvidé; Dios me invitó de nuevo por medio de una amiga que me regaló un libro sobre la fe escrito en portugués y regalándome una foto del lugar al que tendría que ir cuando estuviera allá, pero no tenía el dinero para viajar, así que lo olvidé; y de repente, un día, Dios me llevó a una nación por primera vez. Perú, mi primer Sobredosis afuera, que nunca voy a olvidar. Entonces supe que Él iba en serio, así que me puse más en serio con mi estudio bíblico, con mi oración, empecé a escribir predicaciones de nuevo, volví a estudiar la Biblia en portugués... y todavía pasaron cinco años más antes de que estuviera viendo la promesa realizada en Brasil. Si te soy sincero, la mayor parte del trabajo que tuve que hacer, estuvo orientado hacia mi interior, no es mucho lo que hice y con seguridad hice menos de lo que sé que podía, pero con eso, Él hizo su parte.
El mismo lugar de la foto de arriba, pero desde el lado derecho y en la noche. La foto es mía.
Sigue haciendo tu parte con paciencia. "Si esperas lo que todavía no tienes, en la espera muestras constancia", Rom. 8:25; permanece. Si sabes dentro de ti que quien dijo eso es Dios, entonces toma valor hoy y empieza a hacer lo que sabes que tiene que ver con tu promesa. Empieza a leer mucho si estás llamado a escribir y escribe al menos un párrafo diario, empieza estudiar música si estás llamado a servir desde la adoración, si te dijeron que vas a ayudar a los pobres, empieza a estudiar cómo hacerlo; si te hablaron de una nación, estudia su idioma; si te hablaron de una familia... Bueno, Él te dirá qué tienes que hacer. Pero no esperes con indiferencia: Dios te reclama hoy los sueños a los que te invitó, hay gente afuera que está necesitando que se hagan realidad, ¿qué vas a hacer al respecto? Respóndete: ¿De verdad viene de Dios? Y si es así, sigue trabajando. No te rindas. Su Palabra va a tener cumplimiento.

1 Comment


Dayana Duncan - November 11th, 2023 at 7:21pm

Totalmente de acuerdo con lo que compartes! Aunque no es fácil…he tenido que pasar por varios estadíos a lo largo del tiempo de las promesas aún no cumplidas (valentía, fe, más fe… menos fe, tranquilidad, tristeza, rabia, matar sueños, resucitarlos, cansancio, apropiarme de nuevas promesa, sanar…en fin…) pero de lo que si soy consciente, es que El es bueno, que lo Amo y no me rendiré….porque se cual es mi esencia, y le creo.. aún con lágrimas en mis ojos, pero sigo adelante!

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