El método de voleo

"Sucedió que, al esparcir él las semillas, una parte cayó junto al camino... Otra parte cayó en terreno pedregoso... Otra parte de las semillas cayó entre espinos... Pero las otras semillas cayeron en buen terreno". Así nos cuenta Jesús, en la parábola que narra en Marcos 4, que el sembrador hacía su trabajo. Eso es lo que se conoce como el método de voleo: consiste en esparcir las semillas al azar por todo el terreno. Eso tiene que retumbar dentro del corazón de cualquiera que haya vivido la experiencia GRDN.

Una mujer llegó al lugar sin poder ver y salió distinguiendo colores, un predicador internacional dijo que había recibido la palabra profética más certera que hubiese escuchado en su vida, adoradores reconocidos a nivel internacional tuvieron la oportunidad de ver la transmisión en vivo de una iglesia que cantaba sola cuando la luz se iba y que no necesitaba directores, gente que estaba enferma salió sana, alguien que no creía se bautizó, personas escucharon que Dios conocía su historia o lo leyeron en cartas que les escribían desconocidos que parecían saber lo que estaban viviendo, gente se convirtió... ¿Eres consciente de lo que estamos viviendo? ¿Crees que esto pasa en todas las partes del mundo, todo el tiempo? ¿Percibes la importancia de lo que estás viendo ante tus ojos?

Durante la preparación del evento, el equipo de creativos propuso que la carpa principal, en la que los predicadores nos compartirían la Palabra de Dios, se llamara El jardín del Rey. Nuestra propuesta era que ahí íbamos a recibir las semillas que llevaríamos para sembrar en La Tierra, que cada vez gime más fuertemente por la manifestación de los hijos de Dios. Pero la sorpresa, cuando miramos en retrospectiva, es que Dios decidió que iba a sembrar por todo el GRDN. No hubo un espacio, no hubo un momento, en el que la gente no recibiera una semilla del Padre.

Te hablo de mi propio caso: En salones proféticos, el Señor me llamó a retomar un proyecto olvidado; en el jardín del amado tuve la oportunidad de tener un reencuentro con la más sencilla y desinteresada adoración; en la carpa principal escuché al Señor reclamarme por el primer amor, a través de la pastora Roselen y recordarme que soy lo que como (y que yo debería alimentarme de Él), a través del pastor Gabriel; mis ojos presenciaron a una iglesia que prácticamente no necesita guía en los tiempos de adoración, que no nos esperaba impaciente sino que empujaba con nosotros; incluso, cuando me senté a comer, tuve la experiencia de estar con mi familia, mi familia de la fe... Demasiadas semillas.

En GRDN, el sembrador lanzó sus semillas con el método de voleo: aquí, allí y allá; por todo el jardín se veían flores de diferentes colores y el Espíritu pasaba viajando de aquí a allá, polinizando con lo que había en uno para dar vida en otro. Y tengo la certeza de que la mayoría de lectores de este texto puede decir que Dios le dejó sembrado algo en el corazón, y algunos, incluso, ya ven cómo crece. Hay cosas que tomarán su tiempo para dar sus frutos y que debemos vigilar, cuidar, "labrar y guardar", como dice Génesis 2. Pero, así como la pareja de nuestro openning recibió semillas para repartir, así muchos de nosotros, de las mismas manos de Dios, recibimos muchas semillas y estamos invitados a sembrar como lo vimos hacerlo a Él.

El sembrador ya empezó a sembrar con su método de voleo, porque cada uno de nosotros está en un lugar distinto, en diferentes tierras: unos en la universidad, otros en el colegio, otros en la iglesia y unos más en la oficina: académicos, ingenieros, administrativos, médicos, profesores, comunicadores, músicos, personas en la industria del entretenimiento... Él, sin discriminación de las tierras, lanzó la semilla que va dentro de ti. ¿Y tú? Hay muchas personas alrededor esperando la semilla de sanidad que recibiste, la semilla de la profecía que es el testimonio de Jesús, el Cristo; la semilla del primer amor, la de la adoración, la de los sueños y todas las que en nuestra tierra cayeron. ¿Las estás lanzando por el camino?

Cuando tenía 17 años, han pasado más de 20, un señor le dijo a un amigo mío que yo no le negaba un Dios te ama a nadie. Se lo dijo a manera de "tu amigo está un poco loco, un poco fanático", pero haber hecho eso dejó unas buenas siembras a lo largo de la historia de mi vida y, ahora que el señor me reclama el amor primero, lanzo esta semilla a todo el que lea esto: ¿vas a lanzarla tú también, sin acepción de personas, al azar, según el método de voleo, por toda la tierra hasta conseguir una primavera? Recuerda que la tierra buena es la que deja fruto.