Más que agradecida

Hoy quiero escribir sobre cómo estoy agradecida de una manera completamente diferente. A continuación, les comparto algunos párrafos sobre mi viaje durante las últimas 8 semanas de mi vida:

El 5 de octubre viajé a El Salvador para predicar en mi iglesia el 6 de octubre y hablar en una conferencia el 7 de octubre. Unos días antes de viajar, sentí un bulto en mi seno derecho; no le di mucha importancia y deseé tener tiempo para un chequeo médico mientras estaba en casa, PERO: se suponía que debía partir muy temprano en la mañana el 8 de octubre.
Resulta que mi vuelo se canceló debido al huracán Milton que azotó Florida y golpeó bastante la casa de mi familia. Se inundó, por lo que no podría regresar a casa en un futuro cercano.

Decidí hacerme un chequeo médico de rutina el 8 de octubre, “solo para estar segura” y descubrí que tenía un tumor en mi seno derecho a través de una mamografía. Dijeron que era urgente que me hiciera una ultrasonografía, así que el 9 de octubre fui y supe de inmediato lo que era después de verlo en el monitor mientras me hacían el estudio.

Me comuniqué con mi ginecóloga para una consulta, pero no me vio y me refirió de inmediato a una oncóloga-cirujano. Me reuní con la oncóloga y me pidió que me hiciera una resonancia magnética. Confirmó que tenía un tumor de 2,5 cm.

Después de eso me hicieron una biopsia muy dolorosa. Los resultados fueron positivos de carcinoma. Lo que confirmó lo que había visto en el espíritu, antes de que supiéramos médicamente de qué se trataba.
La semana siguiente, me hicieron una tomografía computarizada de tórax y abdomen que salió normal sin nada que informar. Después de muchos análisis de sangre y de laboratorio que salieron todos normales, exactamente 4 semanas después. El 8 de noviembre, después de servir con un equipo misionero norteamericano hasta un día antes, me hicieron una cirugía de 7,5 horas donde me quitaron 12 cm de tejido de mi seno derecho y 2 ganglios linfáticos. (Por cierto, nunca se nota al mirarme, mi anatomía no cambió en absoluto, Dios fue bueno y me dejó una hermosa cicatriz y ninguna diferencia anatómica).
Luego de un par de días, después de que me hicieran 7 biopsias, todas salieron negativas. Lo que significa que estaba 100% libre de cáncer. De todo el tumor, el 90% era mucosidad y SÓLO el 10% era cáncer. Lo que significa que solo tuve que diezmar una parte de mi seno. Dios sin duda no deja de sorprenderme con sus detalles.

De todos los tipos de cáncer posibles, este era el menos agresivo, el que tenía una mayor tasa de recuperación y supervivencia y el que tenía menos posibilidades de recurrencia. ¡Alabado sea Dios!

Dios me dijo 3 cosas durante este tiempo: “estad quieta y sabe que yo soy Dios” (Salmo 46:10) “¿confías en mí?” (Juan 11:40) y “haré lo que voy a hacer” (Isaías 46:10b) e (Isaías 43:19).
Nunca temí, nunca me preocupé y nunca dudé de que esto era solo algo que no pertenecía dentro de mi cuerpo y que necesitaba ser extraído.

También quiero testificar que tuve  el privilegio de servir en una conferencia profética con un equipo misionero norteamericano tan solo 9 días después de mi cirugía.

Me dieron el resultado de una última biopsia hace 8 días, en la que descubrimos que no hay nada dentro de mi cuerpo que me haya enfermado o que demuestre que volverá. Estoy 100% sana. Esto lo han confirmado 3 especialistas: mi oncóloga-cirujano, mi médico oncólogo y el radiólogo que me vió esta semana.

Me han recomendado 2 tratamientos: uno hormonal que dura 5 años y me dejará infértil. PERO Dios… me ha hablado de ser mamá, así que realmente este tratamiento no es parte del plan de Dios para mi vida. Y, el otro son 15 sesiones de radioterapia cómo prevención y para  “estar segura” de que nunca volverá. Lo cual ningún médico ni ciencia puede garantizar. Sé en mi espíritu que no volverá. Así que tampoco pasaré por eso.

En mi caminar con Dios, he aprendido que todo lo que produce paz viene de Él. Todo lo que no, bueno, no viene de Él ni del cielo. Tengo absoluta paz en mi decisión. He visto 5 especialistas y he escuchado las opciones y posibilidades, no he sentido paz con ninguno de los tratamientos propuestos, y sé que sé que estoy completamente sana y que Dios ya hizo lo que tenía que hacer. PERO DIOS…como dice la biblia en repetidas ocasiones.

Creo que SIEMPRE debemos mantener nuestros ojos puestos en Jesús (Hebreos 12:2), que debemos aferrarnos fuerte a la mano de Dios y a sus promesas para nuestras vidas (Jeremías 29:11) sin importar lo que diga la ciencia. Y que las pruebas producen fe. (Romanos 5:3-5)

Fe en lo imposible, caminando con Dios quien hace todo posible. Y “que sin fe es imposible agradar a Dios” (Hebreos 11:6) ¡y yo quiero agradar a Dios en todo lo que hago en mi vida!
El día que volé a El Salvador, durante mi vuelo de 3 horas a Panamá (tuve una escala de 6 horas) y luego mi vuelo de 1,5 horas a El Salvador, Dios me pidió que reprodujera todas las palabras proféticas que he recibido a lo largo de los años para mi vida. Tengo la costumbre de grabarlas y guardarlas en mi teléfono, para poder volver a escucharlas en momentos de prueba o cuando necesito reafirmarme en las promesas de Dios en todos esos momentos de “PERO DIOS” en mi vida. TODO tiene sentido ahora, de cómo Dios siempre tiene todas sus bases cubiertas y siempre nos recuerda lo que ha dicho. ¡Me recordó tantas cosas que necesitaba volver a escuchar!
Creo firmemente que las pruebas se convierten en nuestra fortaleza y victoria. La victoria siempre nos da autoridad sobre todo lo que pasamos. El enemigo siempre nos ataca donde somos más fuertes. Ya sea nuestra voz, nuestro llamado o nuestra identidad. Él trata de silenciarnos, en realidad tiene miedo de que vivamos a nuestro máximo potencial, lo que Dios nos creó para ser y lo que Él ve en nosotros como sus hijos. Dios sabe, por eso habla vida, verdad y siempre promete un futuro de esperanza lleno de Su bondad. Nunca olvidemos lo que Él ha hablado sobre nuestra vida.

Ahora tengo una nueva autoridad sobre la muerte, la enfermedad (específicamente el cáncer) y el miedo... Esta es mi nueva normalidad, sanada para traer sanidad en el nombre de Jesús, que es para lo que todos hemos sido llamados.

Quería compartir mi proceso, porque esto no es algo que me fue dado solo a mí, sino que todos lo recibimos por gracia (Mateo 10:8); nos pertenece a todos. A todos  los que creemos en Jesús como el camino, la verdad y la vida (Juan 14:6). Se nos ha dado poder de resurrección sobre nuestra vida, destino y futuro. No solo para nosotros, sino para todos los que conocemos. Porque Él es bueno, no porque lo merezcamos, sino porque Jesús vino a todos nosotros para reconciliarnos con el Padre, que es Bueno, todo el tiempo, y solo tiene planes de bien, para aquellos que han sido llamados conforme a su voluntad y propósito. (Jeremías 29:11)
Podría seguir y seguir con este testimonio y muchos más de los que me gusta llamar “besitos del cielo” a través de estas 8 semanas. Pero lo más importante después de testificar sobre la bondad y fidelidad de Dios, es que quiero agradecer a todos los que sembraron económicamente en mi vida para esta cirugía, pero también han sembrado a lo largo de los años en mí, mi ministerio y quienes creen en el llamado de Dios para mi vida.
El domingo 1ero de diciembre será mi primera prédica en mi iglesia en El Salvador, con el honor y privilegio de servir de nuevo.

Gracias a todos por las oraciones, que siempre digo que es la mejor manera de amar a alguien. Gracias por creer conmigo y seguir mis publicaciones y mensajes.

Recaudé fondos y reuní $10,000 en aproximadamente 3-4 días, que fue exactamente lo que se necesitaba y gasté en todos los tratamientos, cirugía, médicos, especialistas, pruebas, exámenes, medicamentos y fisioterapia.
Ahora puedo decir “todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:13) de una manera totalmente diferente.

Dios es, ha sido y seguirá siendo bueno. (2 Corintios 9:8). Los bendigo y les agradezco a todos por ser parte de este testimonio y camino de vida conmigo.

“‘El Señor te bendiga y te guarde; el Señor haga resplandecer su rostro sobre ti y te muestre su misericordia; el Señor alce sobre ti su rostro y ponga en ti paz.” (Números 6:24-26)

San Salvador, 28 de noviembre de 2024. Día de Acción de Gracias.
Pastora Paola González Angulo, predica el evangelio en las naciones. Amante de Jesús, maestra de profesión y maestra bíblica, estudiante doctoral, pastora en Iglesia Cielo El Salvador, misionera en Estados Unidos, Centro y Sur América.

Trabaja a tiempo completo para el Señor, sabiendo que el cuida de ella.  Y apoyando a diferentes iglesias en El Salvador y donde Dios la lleve a predicar. Actualmente vive en los Estados Unidos de América y ama presentar a Jesús ante la gente.

1 Comment


Clau - December 3rd, 2024 at 9:53pm

Amén! Sobrenatural la manera en la que Diosito ha obrado en tu vida. Cada paso en tu caminar es un testimonio del favor y la misericordia de Dios en tu vida. Te amo, y estoy feliz y agradecida por este milagro. Tenes una energía impresionante, Diosito te diseño en un dia soleado.

Recent

Archive

Categories

Tags