Jesús es suficiente

¿Alguna vez han estado preguntándose mucho sobre algo en particular y hasta que no obtienen respuesta, no sienten que no hay descanso? Bueno, pues a mí me pasa, y esta vez me tomó un buen tiempo encontrar mi respuesta; y creo que hace parte de la manera en que Jesús se relaciona conmigo; como en una carrera de observación, donde me invita a buscar y descubrir.

La pregunta la generó el debate político que viene en curso hace tiempo sobre el porte y uso legal de armas de fuego para civiles. Tengo que confesar que los argumentos de quienes están a favor me sedujeron mucho.
Empecé a seguir a varios líderes en materia de política global, de corriente de pensamiento libertario la mayoría; sus tesis me resultan muy coherentes para este tiempo, pero; en el caso puntual de si debo yo, como cristiana, hacer uso del derecho al porte y uso de armas de fuego, encontré un asunto conflictivo porque, aunque sus argumentos son muy lógicos, no hacen "match" (para mí) con la propuesta de Jesús.
Para ese entonces ya me había visto la película Hasta el último hombre, en la que vemos a Andrew Garfield, en una magistral interpretación del primer objetor de conciencia en el ejército militar de los EEUU: Desmond Doss, un cristiano adventista, que por su confesión cristiana se negó al porte y uso de armas durante su servicio militar. Eso lo llevaría a un consejo de guerra del que finalmente saldría absuelto. Si no han visto la película, la deben ver porque es maravillosa desde cualquier punto de vista.
Este testimonio de fe inspirador me sirvió en un momento, sin embargo, me quedaron muchas preguntas sin resolver. Hice una "encuesta" entre conocidos cristianos y el resultado de mi diminuta muestra me dejó ver que no había consenso; no hay un absoluto mandatorio, sino que es relativo. Eso, por supuesto, a mí no me condujo a nada.
Al año siguiente llegó lo inesperado, la pandemia del Covid19. Más de 6 meses en cuarentenas restrictivas y cuando por fin pudimos salir, la percepción de inseguridad en las calles era real para muchos. Los niveles de delincuencia aumentaron en ese tiempo, las noticias de heridos y muertos por robos en el transporte público de Bogotá eran frecuentes, la ansiedad de salir a la calle ya no era solo por la amenaza de un virus, se sumó la percepción de inseguridad colectiva; y lo que había comenzado como una curiosidad intelectual se convirtió en una búsqueda permanente con oración y biblia en mano. Así que entendí que no era un asunto de orden solamente intelectual.
En el antiguo testamento encontré mucha sangre derramada. Son muchos los casos en que Dios ordenó matar a sus enemigos y lo podemos ver a partir de Números 25, en todo el antiguo testamento. ¿Por qué El Señor dijo en Éxodo 20:13 “no matarás”, pero luego les ordena lo contrario? Lo que entiendo es que la ley mosaica era solo para el pueblo de Israel. Conocemos la historia, la normalidad es ver al pueblo de Dios como guerreros defendiendo y conquistando militarmente y hay un personaje muy interesante, una mujer llamada Jael a quien vemos en el libro de Jueces, como una heroína que mató a su enemigo Sísara en defensa de su pueblo. ¿Interesante, no?
Me pregunté: ¿podría entonces, si se aprobara la ley en Colombia, usar un arma de fuego en legítima defensa o defensa de otros? Seguí revisando qué tiene por decirme la biblia, y un día, conversando sobre el tema, mi interlocutor citó las palabras de Jesús, que inmediatamente hicieron añicos mis preguntas.
“A los que están dispuestos a escuchar, les digo: ¡amen a sus enemigos! Hagan bien a quienes los odian.  Bendigan a quienes los maldicen. Oren por aquellos que los lastiman.  Si alguien te da una bofetada en una mejilla, ofrécele también la otra mejilla. Si alguien te exige el abrigo, ofrécele también la camisa. Dale a cualquiera que te pida; y cuando te quiten las cosas, no trates de recuperarlas. Traten a los demás como les gustaría que ellos los trataran a ustedes.Si solo aman a quienes los aman a ustedes, ¿qué mérito tienen? ¡Hasta los pecadores aman a quienes los aman a ellos!  Y si solo hacen bien a los que son buenos con ustedes, ¿qué mérito tienen? ¡Hasta los pecadores hacen eso!” Lucas 6: 27-33 NTV
Como ese, encontré muchos textos en los que Jesús nos llama a ser pacificadores, contrario a declarar una guerra física; e incluso a reaccionar con violencia en defensa propia. ¿Cuál fue la reacción de Jesús cuando Pedro, defendiendo a su Rabí, sacó la espada y cortó la oreja de Malco? “Guarda tu espada —le dijo Jesús—, porque los que a hierro matan, a hierro mueren” Mateo 26:51-52. ¿Qué hace Jesús acto seguido? Restaurar la oreja de Malco. Me pregunto: ¿Cuál pudo ser la reacción de Malco? Yo me imagino que fue desconcertante; el alborotador por el que venía para llevarlo a la tortura y condena de muerte, le respondió restaurándolo y supongo que debió ser suficiente para que sus ojos se abrieran acerca de quién era Jesús.

Su mensaje es tan revolucionario que incluso siendo La Palabra que dio origen a lo visible y lo invisible, guardó silencio cuando lo insultaban.
“Él nunca pecó y jamás engañó a nadie. No respondía cuando lo insultaban ni amenazaba con vengarse cuando sufría. Dejaba su causa en manos de Dios, quien siempre juzga con justicia” 1Pedro 2: 22-23 NTV
Sin embargo, lo vemos evitando que la mujer adúltera fuera apedreada, tan solo haciendo uso de la palabra. ¿No es interesante que guardó silencio cuando se trató de Él, pero sus palabras fueron y son como una espada para traer libertad a otros? Jesús sabía que venía en rescate por muchos, pero que su vida no le pertenecía a Él sino al Padre. Sabía que su reino no era de este mundo, ni su ciudadanía de acá, sino del Cielo
Me desafía más que nadie porque seguirlo a Él significa renunciar a mí, pero ir en rescate del prójimo. Me llama a liberar, pero no con un fusil o una espada, sino de la misma manera en que Él lo hizo con el poder de su espíritu y su palabra, y sobre todo dependiendo en todo momento del Padre; confiando mi vida al único dueño de ella. Jesús no es una amenaza sino para el temor que posa su mirada en lo humano y no en lo divino, en esta vida material y no en la eternidad.
La conclusión a la que he llegado hoy es que no hay mayor defensa que vivir esta verdad: “ya no vivo yo, sino Cristo vive en mi”. Que este Amor que entregó su vida por todos, se haga tan real en mí, que incluso en defensa personal o de otros, su poder desarme al oponente tan solo por el poder de su espíritu y su palabra.
Créditos: @Phatpuppyart
Zul, sí, muy poético, pero cero realista, podrían decirme. Pues ni lo uno ni lo otro; la vida en el espíritu puede sonar poética, pero es más verdadera que la realidad que conoces, su reino no es de este mundo, ni de sistemas lógicos de pensamiento humanista, por eso “explota” la cabeza solo pensarlo. Pero si en verdad yo creo que camino por fe y no por vista, debe ser posible vivir en esta dimensión espiritual donde no hay cabida para la relatividad humana sino una sola verdad que es Jesús mismo.
En Mozambique, Iris International, el ministerio que lidera Heidy Baker, viven en esta dimensión del Espíritu, en donde la dependencia absoluta a Él, es su única arma contra el terror. Te comparto este enlace en el que podrás conocer más: https://www.nifento.com/ y aprovecho para invitarte a ver el lanzamiento de este documental junto con nosotros en las instalaciones de la iglesia La Casa. Permanece atento a las redes de la iglesia La Casa, allí te daremos toda la información.
Que este Amor que dio su vida por todos, brille como nunca en las tinieblas y su poder deshaga las obras del diablo. Él es suficiente.
Zulma Rojas es una mujer apasionada por lo profético y que anhela ver a las nuevas generaciones caminando en el poder y el amor de Jesús . Además de ser una experta en publicidad en medios digitales, Zulma ama el cine y permanece buscando diversas formas, creativas y artísticas, de hacer famoso el nombre de Jesús.
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1 Comment


Vivian Chaves - February 20th, 2023 at 7:59am

Comparto contigo el mismo dilema. He escuchado de líderes cristianos que aprecio y respeto mucho, estar a favor del porte de armas para cristianos. Lo ven como el Señor tiene un plan contigo, y sí viene alguien a quitarte la vida es el enemigo queriendo destruir el plan de Dios en la tierra. Por esta razón defender la vida tuya y la de los seres que están a tu cargo, hijos, estudiantes, hermanos de la congregación sería algo que el Señor quisiera. En USA, donde vivo desde hace algunos años es muy común escuchar a la gente acerca de la legítima defensa de la vida y la propiedad. Aunque encuentro razonables sus argumentos, al igual que tú, en la cuarentena ante el miedo del caos desatado, no tuve la suficiente convicción de armarme, nunca me pude ver en una situación en la que yo o un ser querido le cegara a otro la vida por defender la propia. Gracias Zul por compartir tus ideas. Un abrazo 🤗

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