En los negocios de mi Padre estoy

Sin el ánimo de irrespetar las personas que murieron, víctimas del Covid-19, debo decir que estoy agradecido con el Señor por haberme permitido el encierro por unos meses. Fueron momentos de mucha oración, quietud, y de poder experimentar Su Paz de formas insospechadas. Así mismo, fueron meses de definir los principios de Su Palabra que serían la base de los años que estamos viviendo.
En medio de tanta reflexión, mi espíritu empezó a tener la sed de encontrarle sentido de vida a la vida que el cristiano de pie denomina “secular”. ¡Qué término más inconveniente! Si el lector recurre al Diccionario de la Real Academia Española encontrará que la palabra tiene connotaciones tales como “mundano”, “profano” o “seglar” (que no pertenece al clero).
A pesar de que nuestro pastor en la Iglesia La Casa nos ha enseñado por años que no existe tal cosa como lo secular y lo espiritual, profundizar este concepto y volverlo vida toma su tiempo para que se asiente en nuestra manera de pensar, principalmente por causa nuestra herencia filosófica grecorromana platónica.
Querido hermano, le tengo una excelente noticia: Desde que usted le entregó la vida a Jesucristo, no existe para usted el trabajo secular. Todo lo que usted hace es espiritual, y lo mejor de todo es que ahora tiene el mejor socio. Ese socio creó el universo; es el dueño del oro, de la plata, de las criptomonedas, de los cheques, los pagarés, letras de cambio, facturas cambiarias, bienes raíces, acciones, bonos, bonos de deuda pública, dólares, euros, libras esterlinas, francos suizos, y cualquier bien que sea estimable en dinero.
Llamado vocación servicio
Nuestro Padre no es indiferente a lo que usted hace, sea médico, constructor, arquitecto, conductor de taxi, Uber, DiDi, InDriver, aseador, contador, celador, vendedor, atención al cliente, abogado, político, enfermero, artesano, artista, ingeniero, y cualquier otra profesión que brinde bienestar a los seres humanos. Él está interesado en darle las mejores herramientas para que usted lo haga excelentemente, y con todos los recursos que una conexión con Él puede traer. Recuerde: Su socio creó todo lo bueno que ve y lo que no ha visto aún.
Para Él, todas esas profesiones y formas de servir a la humanidad son espirituales, le interesan y no le son ajenas. Él tiene mucho que decirle de cómo, cuándo, dónde, quién, por qué y para qué.
Querido hermano, no se sienta mal si no lo han llamado a limpiar los baños de la iglesia como acto de servicio “espiritual”. Es tan espiritual ganar un proceso judicial en franca lid en favor de su cliente, como una reunión de matrimonios de la iglesia.
La iglesia de hoy en día necesita que usted sea el mejor en lo que hace; necesitamos que la humanidad sea impactada por la forma como usted trabaja, cobra y paga. Este mundo tiene mucha información, pero muy poco ejemplo. Es la época para los que los hijos de Dios seamos ese ejemplo, y nos ocupemos de los negocios de nuestro Padre. Lo mejor es que ocuparnos de los negocios de nuestro Padre no es únicamente barrer la iglesia; es hacer con excelencia lo que sabemos hacer y por lo que los demás nos pagan.

El mundo es nuestro y es nuestra herencia; sólo hay que salir a tomarlo.
Juan Pablo es Hijo de Dios, hijo de sus padres, hermano, esposo, y disfruta al máximo ser padre. Es abogado de la Universidad Javeriana, y LLM de Northwestern University. Lleva 16 años siendo parte de la Iglesia La Casa, donde ha sido líder de Jóvenes, director de alabanza y músico. Su mayor motivación es ser un hermano de verdad en su iglesia.
Foto de portada, de Charles Forerunner en Unsplash. Foto HOLY de chris liu en Unsplash   

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