Cuando la burbuja se revienta…

Ha pasado más de una semana desde que nuestro Pneumadelic Fest GRDN terminó y la pregunta de todos los años se alza al horizonte: ¿y ahora qué? 

Lo precioso del tiempo de nuestros fest es justamente esa exposición continua al Amado, a través de Su Presencia, de la guía con Su Palabra, o de las palabras de amor que recibimos a través de la profecía. Escuchar Su Voz, recibir Sus regalos, ser lleno con Sus Palabras de aliento, ser libre de tormentos... sin embargo, hay un punto en el que debe terminar. Después de todo, los servidores se agotan, los invitados deben volver a sus países, la infraestructura debe ser desmontada para que Beth Shalom Gimnasio Campestre retome sus funciones; en otras palabras, la burbuja de Presencia en la que estamos se revienta.
Y entonces llega el temido día siguiente. Volver al trabajo, a las aulas, a estar delante de aquel jefe que se nos mete en los nervios, sentir que regresamos a esa cotidianidad en la que sentimos que Él nos falta y Su Presencia nos abandona. Un escenario absolutamente desolador, en especial cuando te pones a pensar que solo lo volverás a experimentar hasta el próximo año o, si tienes algo de favor, en alguno de los próximos viajes de Sobredosis. Pero, ¿es esta la verdad?
Antes de que la cabeza se nos vaya más lejos quiero contarte algo que viví al cierre de SBD. Justo en ese momento estábamos experimentando la presencia del Espíritu Santo como, de manera personal, jamás la había vivido en los más de 10 años que llevo sirviendo. Unos reían, otros lloraban, otros eran comisionados y otros estaban embriagados del Espíritu Santo (puedes leer un poco más sobre esto en Ef. 5:18-21), este servidor se encontraba entre los últimos. En ese punto pude entender, de mejor forma, por qué cuando ocurrió lo descrito en Hechos 2, muchos pensaban que los presentes estaban borrachos, y aún mejor, pude entender que siempre hay algo nuevo para quien está dispuesto.
Estando en aquel estado de éxtasis que solo puedo definir como un lugar en el que el caos y el orden danzan de manera armoniosa, con lágrimas en mis ojos, yo solo suplicaba al Espíritu Santo que no me sacara de su presencia, que no me llevara al día a día del trabajo y me dejara quedarme en la burbuja.

En ello, escuché al Espíritu Santo decir lo siguiente: “Fuiste diseñado para estar en Mi Presencia de manera continua, es a lo que llamas el día a día, es la verdadera burbuja, aquella que inventaste para mantenerte alejado de lo sobrenatural”.
Algo dentro de mi hizo click, y sé que mientras lees también te esta sucediendo a ti. Por eso quiero recordarte que el Jardìn se mantiene vivo mientras lo cuides, mientras lo nutres y te aseguras que la maleza no tenga lugar. De este modo se cumple lo prometido en Juan 14:17. Esa es su promesa, que su espiritu estará con nosotros hasta el fin de los tiempos, y te garantizo, si lo permites, Él va a estallar cualquier burbuja que te aleje de Su Presencia.

¡Recibe más fuego de Dios!
Fernando es un escritor, cinéfilo y cristiano amateur. Hace parte de iglesia La Casa y del equipo creativo de Sobredosis. Le gusta el cine y la cocina, y siempre está en busca de Jesús en las películas y los sabores.

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